Más jugadores con resultados positivos con covid-19 complican el panorama.
Las alarmas saltaron a media tarde del lunes, a pocas horas del inicio de la última y decisiva jornada de la Segunda División española, cuando los medios españoles informaron de que al menos ocho componentes del plantel del Fuenlabrada, seis de ellos jugadores, habían dado positivo en los últimos test de detección del COVID-19.
Y si había un partido del que dependía todo, ese no era otro que el Deportivo-Fuenlabrada, donde los gallegos se jugaban mantenerse en la categoría y los madrileños disputar el playoff por el ascenso.
Después de discusiones entre LaLiga, organizadora de la competición, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Consejo Superior del Deportes (CSD, órgano gubernativo) se acordó suspender el partido entre Deportivo y Fuenlabrada y mantener "la disputa del resto de partidos de la Jornada 42", anunció en un comunicado LaLiga.
"Es la solución que mejor protege la salud de los futbolistas y la integridad global de la competición", justificó la organizadora del torneo.
Más tarde, medios españoles informaron que el encuentro aplazado se jugaría el 30 de julio y que el playoff de ascenso, en el que participan del 3º al 6º clasificado, se retrasaría a los días 2 y 5 de agosto (semifinales) y 8 y 11 (final).
Tras la disputa de la última jornada de Segunda División, el Deportivo, que no dependía de sí mismo, certificó su descenso tras las victorias de Albacete y Lugo, ante Cádiz y Mirandés, respectivamente.
¿Quién jugará por el ascenso?
El problema ahora es el Fuenlabrada, que tras los resultados de la jornada ha perdido su puesto en el playoff de ascenso en beneficio del Elche, pero que podría recuperarlo simplemente empatando contra un Deportivo ya descendido.
La decisión de las autoridades futbolísticas de mantener toda la jornada de Segunda, salvo el Deportivo-Fuenlabrada, provocó la airada reacción de los clubes que se sintieron perjudicados.
"Lo normal habría sido suspender toda la jornada. Lugo y Albacete juegan hoy con ventaja. No juegan con la presión de nuestro marcador. Nos sentimos muy perjudicados", denunció Fernando Vázquez, el entrenador del Deportivo, club que después amenazó con acudir a los tribunales al considerar vulnerados sus derechos.
Tanto el otro equipo que descendió el lunes, el Numancia, como los clubes que peleaban con el Fuenlabrada por un puesto en el playoff de ascenso, Elche y Rayo Vallecano, denunciaron que con el mantenimiento de la jornada se incumplen "las normas de igualdad e integridad de la competición", denunciando incluso la "adulteración" del torneo.
Estos tres clubes anunciaron que acudirán a los tribunales para defender sus derechos y denunciaron que se les obligó a jugar "bajo amenaza de pérdida de puntos".
En el caso del equipo ilicitano, sus jugadores estaban también preocupados por haber jugado contra el Fuenlabrada apenas tres días antes, desconociendo si podían haber sido o no contagiados.
Y tampoco parece la mejor situación en un país que vive con preocupación los rebrotes de la pandemia que están obligando a endurecer las restricciones sanitarias ante el temor a una segunda ola de contagios. España es uno de los países más afectados por la pandemia con más de 28.400 muertos desde el mes de marzo.
Sin vacaciones
Las autoridades futbolísticas españolas se enfrentarán en los próximos días a un tremendo rompecabezas para intentar una resolución del campeonato que pueda satisfacer a todos.
LaLiga informó que el plantel del Fuenlabrada tendrá que permanecer aislado 10 días en el hotel en el que se hospedaba en La Coruña y que los jugadores contagiados -doce casos positivos entre jugadores y personal técnico según los últimos datos publicados por la prensa- deberán dar dos negativos al covid-19 antes del día 30 para que se les autorice disputar el encuentro decisivo.
Lo que se desconoce es cómo se entrenarán durante los 10 días que restan para el partido. Y el Elche deberá entrenar durante 10 días sin saber si jugará o no finalmente el playoff de ascenso. Por no hablar del equipo que gane el playoff, cuyos jugadores apenas tendrán vacaciones antes de comenzar la temporada en Primera División, prevista para el 5 de septiembre.
La solución no parece sencilla y si los clubes acuden a los tribunales, eso podría tener consecuencias para la próxima temporada, en Segunda división y en Primera
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